Su capa esmaltada lo hace resistente a los golpes y a las manchas por lo que son fáciles de mantener. Por contrapartida, pueden ser resbaladizos aunque eso depende de la textura elegida como su calidad. Recomendados para salas, hall, recibidor.
¿Por qué elegir cerámico?
Durabilidad: frente a otros materiales, demuestra una de las resistencias al tránsito más altas. Son fáciles de limpiar.
Variedad: es posible encontrar propuestas, colores y diseños que se amoldan a todos los estilos decorativos, y permite crear incluso combinaciones originales.
Colocación: fácil. Viene en tamaños estandarizados y no produce dificultad para colocarlo sobre un adhesivo en el contrapiso del material.
Adaptación: se puede colocar en cualquier ambiente de la casa, incluso en exteriores.
Precio: una de sus principales ventajas. Más barato que el porcelanato.
Porcelanato, espacios lujosos
Impermeables gracias a sus esmaltes (mate, satinado o brillante). No se dañan por humedad o manchas al tener menor absorción que el cerámico. Ideales para ambientes de amplias dimensiones como salones y comedores por tener presentación en medidas grandes.
¿Por qué elegir porcelanato?
Durabilidad: su impermeabilidad lo hace ser uno de los revestimientos más escogidos, ya que se vuelve un material inalterable. Además, no requiere demasiado mantenimiento.
Variedad: el aspecto impecable de las grandes placas y la oferta de diseños responden a cualquier línea estética. Se puede elegir terminaciones con textura, lisas o rugosas y placas que imitan otros materiales como piedras, cemento o madera.
Colocación: no es tan sencilla. Se puede colocar en contrapiso liso, plano y rígido, losa de concreto o baldosas. Se necesitan herramientas específicas.
Adaptación: quedan bien en interiores y exteriores. Por su impermeabilidad y dureza, son muy buenos para oficinas o locales. No se recomiendan las versiones pulidas para garaje o laboratorios.
Precio: más costoso que el cerámico.